Cuidar nuestra piel es muy importante, para no dañarla demasiado con esta primavera-verano, cuando el clima es sumamente caluroso. Conoce a detalle como te pueden ayudar los protectores solares esta temporada y conoce si estas haciendo el uso correcto de ellos.
Aplicar el bloqueador en la playa, es lo mejor.
La verdad es que cualquier tipo de protector solar necesita tiempo para ser absorbido por la piel, y pueda ser realmente efectivo. Por eso, lo mejor es aplicarlo con anticipación. Asegúrate de untarlo en tu cuerpo unos 30 minutos antes.
Una pequeña cantidad es suficiente.
¿Cuál es la cantidad adecuada? Para cubrir todo tu cuerpo y evitar quemaduras, debes aplicarte alrededor de 2 cucharadas o una cantidad que ocupe la palma de tu mano. También te sugerimos este método: si tienes una botella de 100 ml., debes usar cerca de un cuarto de ella cada vez que salgas a asolearte.
Si el día está nublado, no es necesario usar protector solar.
No creas que porque el sol está oculto, sus rayos no te dañarán. Las nubes bloquean la luz visible e infrarroja (calor), pero la luz ultravioleta (que produce quemaduras), todavía es lo suficientemente fuerte para dañar tu piel. Por lo tanto, siempre debes usar protección solar cuando estés al aire libre.
Ponerte capas de bronceador con diferentes FPS (factor de protección solar) te dará mejor protección.
La mejor manera de protegerte del sol, pues, es pensar en cuál es el mejor FPS para tu situación. Es decir, debes considerar el tiempo que le toma a tu piel quemarse cuando no usas ningún filtro solar. Por ejemplo, si has notado que después de 15 minutos quedas como un camarón, un producto con FPS 4 te brindará una hora (4 veces 15) de bronceado seguro. Si piensas quedarte más tiempo en el sol, usa un FPS más alto o aplícate más del mismo cuando se haya terminado el tiempo.
Un protector solar para todo el día, realmente me sirve para todo el día.
La verdad es que los protectores solares que dicen en su etiqueta “para todo el día”, te brindan unas 8 horas de protección contra el sol. Sin embargo, te recomendamos volver a aplicarlo cada vez que salgas y te expongas al Sol.
Tener piel morena es como haber nacido con un protector solar integrado.
Esto, en parte, es cierto. Las chicas de piel morena tienen un poco más de protección natural contra el sol, comparadas con aquéllas que son más blancas, pero esto no quiere decir que no necesiten protección solar. Por eso, no importa cuál sea tu tono de piel, del asegurarte de usar una buena cantidad de bloqueador.
Parte de la energía solar que llega a la tierra está compuesta por invisibles rayos ultravioleta, cuando estos rayos penetran la piel ocasionan daño celular. Es así que la quemadura solar ocasiona alteraciones visibles que aparecen pocas horas después de la exposición al sol, y van desde el enrojecimiento, ardor y temperatura elevada, a ampollas en la piel, y hasta cuadros de deshidratación e insolación.
Entre los daños que ocasiona la luz ultravioleta, están el daño celular transitorio y el permanente en otros casos, lo cual provoca la aparición de arrugas, manchas, o bien cáncer de piel. El riesgo es mayor en personas con pieles claras, niños y ancianos.
Debido a que se estima que durante los primeros dieciocho años de vida un individuo recibe el 80 % de la radiación solar que recibirá durante toda su vida, la protección solar debe comenzar muy tempranamente y continuar durante toda la vida. La protección solar en la infancia es una manera de prevenir el cáncer de piel en la adultez.
Por lo tanto, se recomienda evitar la exposición solar en horas del mediodía, entre las 10 y las 15; utilizar protector solar de amplio espectro (UVB- UVA) con factor de protección mayor a 15, antes de exponerse al sol y renovar el mismo cada dos horas o luego de un baño o transpiración excesiva; utilizar sombreros con ala ancha, gorras con visera, sombrillas, y preferir ropa de algodón; tomar abundante líquido, mantenerse en sombras y lugares frescos, si está al sol mojarse la cabeza y el cuerpo con frecuencia.
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