La música celebra hoy su día en conmemoración con el día del nacimiento de Santa Cecilia, la patrona de ese arte. Santa Cecilia apadrinó la música tras la designación que hizo el Papa
Gregorio XIII en 1594. Por ello, cada 22 de noviembre, día de su
natalicio, los artistas sonoros celebran esta fecha.
"cantaba a Dios en su corazón" Eso es lo que sucede cada vez que se reza a Dios con toda el alma. |
¿Por qué Santa Cecilia es la Patrona de la Música?
ROMA.- Lo extraño es que a pesar de tanta y tan
notoria devoción se sepa tan poco de su vida; y digo saber, porque lo
que nos ha llegado contado sobre su martirio en la "pasión", escrita muy
tardíamente (s. VI), no es fiable desde el punto de vista histórico.
Suelen presentarla como perteneciente a una familia ilustre, de la
nobleza romana, del linaje de los Cecilios, anteriores a Cristo y
emparentados con Metelos y Pomponios. A Cecilia le señalan como
antepasadas a Caya Cecilia y a Cecilia Metea, sin que en realidad sean
estos datos demostrables; colocarla dentro de la flor y nata de los
patricios romanos podría deberse al vivo deseo de ensalzar la figura de
la santa o a la necesidad de cubrir la ausencia de datos con una mera
posibilidad.
Dicen que Santa Cecilia se quedó huérfana desde
pequeña, que la instruyó en la fe el obispo Urbano y que se bautizó a
los trece años. La presentan los escritos dedicada a la oración, con
obras de penitencia y asistiendo a los oficios de culto sin remilgos ni
disimulos, aunque los tiempos no estaban para muchos aspavientos. ¡Qué
otra cosa podían hacer los dados a la hagiografía si tienen que hablar
de la vida de una santa y no disponen de materiales que le sirvan para
su intento! Es lógico que apliquen a su figura todas las virtudes que
son concebibles en su vida cristiana y quizá también deseen hablar de
las que deberían tener los lectores de su vida para sentirse animados a
su imitación. Se muestran extremadamente explícitos en hacer mención de
la generosidad que Cecilia demostraba con las colas de pobres que se
acercaban a la puerta de su casa en la Vía Apia donde siempre había un
plato de sopa caliente y unas limosnas. Y aún son más las alabanzas a la
santa cuando se explayan en poner de relieve la radicalidad de su fe
hasta el punto de formular en su temprana edad un voto de castidad que
puso bajo la custodia de su Ángel.
Lo sorprendente para el hombre de nuestro tiempo tan refinado y culto
es que contrajo matrimonio con Valeriano y fue en la misma noche de
bodas, después de las capitulaciones matrimoniales, cuando manifestó a
su esposo el voto de virginidad que había hecho y lo importante que era
respetarlo porque era nada menos que su ángel quien la defendería ante
cualquier atropello. Pero lo más insólito del caso es que Valeriano
-mucho debía amarla- no se sintiera defraudado por tal planteamiento y
aceptara la condición de buen grado.
Valeriano y su hermano Tiburcio son dos mártires bien documentados en
la iglesia de Roma. Se convirtieron del paganismo a la fe y dieron su
vida por ella. Igual que Cecilia que fue condenada a muerte por
decapitación, probablemente en tiempos de Marco Aurelio, sin que los
primeros golpes de hacha sobre su cuello le llegaran a hacer daño.
Tampoco se sabe muy bien de dónde le viene a la santa su patronazgo sobre la música ni
su protección a los amantes de las corcheas. ¿Sería por aquello de que
"cantaba a Dios en su corazón"? Eso es lo que sucede cada vez que se
reza a Dios con toda el alma. Quizá alguien, al leerlo en su passio,
llegó a pensar en Cecilia, soprano acompañada de instrumentos musicales,
y luego se decidió a divulgar la figura pintándola con su órgano.
Aunque no siempre fue así; Stefano Maderna, artista no muy conocido,
esculpió la figura de santa Cecilia en mármol de Carrara, haciendo una
estatua yacente, con las manos entrelazadas, mostrando una el dedo
índice y la otra tres, simbolizando la fe inquebrantable en la unidad
divina y en la trinidad de personas. En el altar mayor de la iglesia de
su nombre, en el Trastévere romano, puede contemplarse la efigie junto a
las reliquias milagrosas de la santa.
Como Cecilia ya trasciende el tiempo y está por encima de los
defectos humanos que ella sabe comprender y disculpar, atenderá la
súplica de los aún viandantes para formar parte un día del maravilloso
coro del cielo, sin importarle mucho que seamos sordomudos, tengamos mal
oído o no seamos capaces de disfrutar del pentagrama.
Fuente: Elintransigente.com
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