Como en los tiempos en los que era pareja de Carlos Monzón, Susana Giménez volvió a sentarse en un ring side.
Fue anoche, en el Thomas y Mack Center de Las Vegas durante la pelea en la que Sergio Maravilla Martínez conquistó su octava corona mundial frente al “Hijo de la Leyenda” Julio César Chávez junior.
Apenas terminada la contienda, la diva de los teléfonos se montó a su limusina y recorrió la calle Paradise, directo al lujosísimo hotel Wynn Resorts, propiedad del magnate de los casinos Steve Wynn. Ni bien llegó, le comunicó al chofer de su limo que ya no necesitaría de sus servicios y quedaba libre por el resto de la noche.
Mientras tanto, el púgil argentino terminaba con los trámites post pelea: revisión médica de rutina y conferencia de prensa. Cerca de las 1 de la mañana, hora de Las Vegas, pudo verse a Maravilla ingresar al mismo edificio en el que estaba alojada Susana, donde también tenía una suite reservada.
La coincidencia de alojamientos, en una ciudad que se caracteriza por la amplísima oferta de hoteles que ofrece a quienes la visitan, no hizo más que alimentar los rumores respecto a un posible romance entre el boxeador del momento y la diva eterna. F.MO
Mirá el “alocado” festejo de Susana Giménez por el título de Maravilla Martínez:
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